jueves, 7 de mayo de 2015

El castillo de Glamis

Estamos en la bella Escocia. Tierra de verdes montañas, oscuras leyendas y orgullo patrio,vamos a adentrarnos en Angus, una ciudad realmente interesante donde te encontrarás con el que se considera, uno de los castillos más “embrujados” del mundo.

El castillo de Glamis

Se dice que Shakespeare ubicó en el castillo de Glamis una de sus escenas más famosas para la obra de “Macbeth”. Se trata del asesinato del rey Duncan, aunque los especialistas en historia nos señalan que este dato no es del todo cierto, puesto que este suceso aconteció en el siglo XI, y el castillo de Glamis se levantó en el siglo XIV. No obstante, no es esto lo que vienen buscando todos los turistas y curiosos que se acercan hacia este incomparable escenario.


Actualmente, el castillo es propiedad de la familia Bowes-Lyon,  quienes lo recibieron como regalo por parte de Robert the Bruce en 1372, por los servicios ofrecidos a su trono. Fue aquí donde nació la princesa Margarita en 1930, y aquí donde María, reina de Escocia, encontró su refugio personal allá por el año 1562. Es un escenario de bellísimos jardines, un castillo más parecido a un “château” francés que a una fortaleza medieval, que ha fascinado desde siempre a generaciones enteras de nobles y monarcas.

No obstante, el pasado trágico, y las maldiciones hiladas a raíz de múltiples desastres familiares y traiciones, construyen la leyenda más oscura que desoyen los actuales herederos, y que fascina a todo turista que se acerca a Angus solo por ver, aunque sea de lejos, cómo el horizonte queda recortado majestuosamente por esta construcción increíble… y maldita.


El hombre deforme

Se dice, que el tercer conde de Stratmore tuvo varios hijos, pero lamentablemente uno de ellos, el mayor, nació mal, vino al mundo con una deformidad muy grave. Tanto fue así que pensaron que no iba a vivir demasiado, así que decidieron dejarlo abandonado en una habitación ofreciéndole los mínimos cuidados para que dejara pronto este mundo.

Pero el niño era fuerte, muy fuerte, y resistió. Nadie se atrevió a darle muerte, puesto que por ser el mayor tenía legítimo derecho a heredar el título y el castillo, así que lejos de hacerle daño, se le dio más bien “una muerte en vida”. Jamás salió de su habitación, y lo más increíble, lo que al menos afirma la leyenda, es que sobrevivió a varias generaciones de Stratmore.

Era una criatura feroz y muy deforme que atemorizó durante mucho tiempo a toda la linea sucesoria. Nadie sabe si murió o no, y de ahí, que a día de hoy, muchos sigan buscando esa supuesta habitación “oculta” donde habita este ser que suele escaparse de vez en cuando, de ahí las sombras deformes que se ven en ocasiones “arrastrándose” en las paredes.


La mujer sin lengua

Nadie conoce su historia, nadie sabe el por qué de su desesperación ni por qué carece de lengua. Se trata de una mujer joven que aparece únicamente por los alrededores del castillo y en una habitación en concreto. Tiene el rostro desfigurado y siempre abre la boca intentando balbucear alguna palabra…. Se intuye que sólo la propia familia y propietarios del Castillo de Glamis, conocen qué le ocurrió a esta desgraciada joven.


La dama gris

Tan bucólica denominación responde en realidad a una historia realmente trágica. Nos estamos refiriendo a a Lady Glamis o Janet Douglas, una mujer que fue quemada en 1537, por ser acusada de brujería. Se cuenta, que envenenó a su primer marido, el señor de Glamis, John Lyon, y que más tarde, se la acusó de haber intentado hacer lo mismo con el rey Jaime V de Escocia.

Todas estas acusaciones eran en realidad falsas pero, puesto que no se encontraron bastante evidencias para demostrar su inocencia, la buena dama fue quemada en una hoguera… A día de hoy, sigue haciendo acto de presencia en el castillo. Es el fantasma más bello, más desconsolado y triste de este escenario tejido por la historia y el drama.