viernes, 13 de marzo de 2015

El Clan de Sawney Bean

¿Has visto alguna vez la película de culto de Wes Craven Las Colinas Tienen Ojos (The Hills Have Eyes, 1977)? Es muy posible que sí, y de no ser la original, seguramente será una de las numerosas versiones más recientes.

El film muestra la escalofriante y desagradable historia de un grupo de caníbales deformes, quienes, al no conservar ningún rastro de humanidad, sobrevivían persiguiendo, atrapando y asesinando viajeros que se aventuraban a pasar cerca de ellos. Wes Craven se inspiró en la historia del escocés Alexander Sawney Bean para la creación de esta película. ¿Te atreves a seguir leyendo y descubrir los acontecimientos que rodean a este hombre?
Sawney Bean y su clan de 48 caníbales
 
Sawney Bean fue la cabeza de un clan de 48 personas, todos descendientes suyos, quienes fueron criados alejados de toda civilización, sin visitar nunca la ciudad o algún pueblo. Crecieron con la moral y costumbres que le inculcaban Sawney y su mujer, una pareja invadida por horripilantes pensamientos y sensaciones.
 
Canibalismo

Su familia se convirtió, entonces, en un clan que atrapaba, robaba y asesinaba a individuos o grupos pequeños que viajaban cerca de su territorio, para luego llevar los cuerpos de los desafortunados a su cueva, donde eran desmembrados, conservados en vinagre y comidos.
El inicio del clan

La historia de Sawney Bean nace alrededor del año 1500 en East Lothian en Escocia. A pesar de tener un padre con un trabajo digno cortando arbustos y cavando zanjas, Sawney se entregó a sus instintos y decidió marcharse de su hogar con una mujer que compartía su forma de pensar.

Sawney Bean
La pareja se resguardó de las inclemencias del tiempo en una cueva de 180 metros de largo, donde vivieron ocultos por 25 años, mientras traían al mundo ocho hijos y seis hijas, quienes por medio de la endogamia, dieron vida a 18 nietos y 14 nietas. Para sobrevivir optaron por el camino fácil y hostil, donde emboscaban a grupos pequeños de viajeros.

Rumores, búsqueda y captura

En los pueblos vecinos corrían rumores de caminos embrujados, donde los transeúntes desaparecían, pero al encontrar miembros humanos en las orillas del mar y al aumentar el número de desapariciones se lanzaron múltiples búsquedas organizadas. Debido a la sed de justicia, muchos inocentes fueron culpados, linchados y hasta colgados; los encargados de posadas eran las víctimas más frecuentes, dado que eran generalmente los últimos en haber visto con vida a los desaparecidos. Una de las búsquedas los hizo fijarse en la cueva del clan de Sawney, pero al considerarla inhabitable por seres humanos, no se extendió la búsqueda a su interior.

El Clan de Sawney Bean
En una de tantas cacerías, el clan tuvo como objetivo a una pareja casada que montaban en el mismo caballo. El hombre era hábil en combate y en el uso de la espada y pistola, lo que complicó la tarea del clan, su esposa fue atrapada y cruelmente golpeada durante el ataque, con un final fatal. Antes de que el clan pudiera asirse con el hombre también, un grupo de personas apareció en el horizonte y lo rescató.

El rey James VI de Escocia fue informado de la existencia de los Bean, así que decidió enviar a un equipo de 400 hombres y sabuesos en su búsqueda, a la cueva que anteriormente habían decidido ignorar. Los rastros de actos caníbales y asesinatos atiborraban el lugar, y el clan fue finalmente atrapado, con todos sus miembros con vida.
 
El final del Clan de Sawney Bean

El clan se tomó en custodia en la cárcel de Tolbooth en Edimburgo, luego trasladado a Leith, o Glasgow, donde fueron ejecutados sin derecho a juicio. A los varones se les cortó sus genitales, manos y pies, y fueron dejados desangrándose hasta su muerte, a las mujeres y niños se les permitió ver la ejecución de los primeros, para luego ser quemados vivos.

Origen y veracidad de la historia de Sawney Bean

La historia de los crímenes y ejecución del clan de caníbales de Alexander Sawney Bean apareció por primera vez en “The Newgate Calendar”, el cual era un libro donde se publicaban las transgresiones de criminales y su respectivo castigo. El libro, que fue publicado entre 1740 y 1850, era fácil de encontrar en hogares y su lectura era recomendada a los niños y jóvenes, ya que se creía que inculcaba buenas costumbres a través del miedo y sanción.