lunes, 5 de enero de 2015

la espada de San Galgano

la espada de San Galgano
Al igual que la leyenda del rey Arturo, Galgano es una historia de una "espada en la piedra". Pero, a diferencia del rey Arturo, Excalibur que se retiró para probar que él debe ser el rey, Galgano hundió la espada en la piedra Toscano nativo en la parte superior del monte. Siepi, cerca de Siena, como una señal de que estaba renunciando a los placeres mundanos y la parafernalia de su nobleza. La espada de Galgano permanece allí hasta hoy. Cerca de allí, que parece que estaría más cómodo en una llanura en Inglaterra que en el Val di Merse, se encuentran las ruinas masivas de San Galgano Abbey que creció alrededor de la leyenda de San Galgano. Según muchos expertos de la ruinas de la abadía son la Toscana y de Italia, tal vez el mejor ejemplo de arquitectura gótica.

Algunos medievalistas afirman que la historia de San Galgano es el origen de la leyenda excalibur, la espada del rey Arturo y que sólo en el siglo 13, cuando la espada Galgano ya era bien conocido en toda Europa, se añadido al canon Arturo Inglés la extraccion de la piedra de la famosa espada.

 Que dice la ciencia

Pruebas científicas sobre el metal de las partes expuestas de la espada: a unos cuantos centímetros de hoja y la empuñadura y el pomo que sobresale de la superficie de la piedra. Han demostrado que no se trata de un nuevo fraude religioso piadoso. Resulta que la espada que tanto dudaba es auténtica - o al menos que el metal, con fecha de las pruebas más recientes y precisos moderna, es la edad adecuada para que coincida con el mito.

Galgano Guidotti

Galgano Guidotti había nacido en Italia, en el año 1148. Los primeros años de su vida fueron plácidos y tranquilos, llegada la juventud aprovechó al máximo su atractivo para llevar una existencia algo más libertina, algo despreocupada… hasta que un día, según cuenta la leyenda, recibió la visita del arcángel Miguel.

Galgano Guidotti
Tal vez le recriminó su vida licenciosa, o puede que simplemente, le animara a tomar un nuevo rumbo. Meses después, y para desconcierto de todo el mundo, Galvano empezó a predicar por Siena y otros pueblos italianos, hasta que al final terminó cansándose y decidió que lo mejor era convertirse en eremita, e irse a vivir al monte Siepi, a un gran cueva que se hendía en la misma tierra.

Su familia y amigos no aceptaron su inusual decisión, e intentaron impedírselo. Se cuenta que incluso sus amantes intentaron detenerlo, pero Galgano tenía el firme propósito de alejarse de todo. No dudó en subirse al caballo y apartarse de la nerviosa multitud que quería detenerlo. Hasta que algo ocurrió, su caballo se encabritó con la agitación y cayó al suelo. El golpe fue terrible. Al quedar inconsciente durante unas horas tuvo una extraña visión, el arcángel Miguel se le aparece una vez más y le da un nuevo mensaje:  debe construir una abadía en el monte Siepi.

Al despertar y contar lo que le había sucedido, no recibe más que las burlas e incomprensión. Nadie le cree, piensan que se ha vuelto loco, y solo su madre y sus amantes tienen piedad de él. Galgano entonces se enfurece, está lleno de ira y de desesperación… es entonces cuando realiza su único milagro: clavar profundamente su espada en una piedra formando una cruz con la empuñadura. Corría el año 1180.Su singular proeza fue vista por todo el pueblo, y pronto empezó a escamparse su peculiar milagro. Empezaron a creerle, la prueba era bastante espectacular…
En poco tiempo un flujo de peregrinos llegaron, y una pequeña capilla fue construida en la colina. Galgano recibe con humildad a todos los visitantes, dando consejos y bendiciones. El diablo, descontento con el giro de los acontecimientos, envió un monje (o, en la tradición monástica, a alguien disfrazado de monje) para tentar (o matar) Galgano, pero los lobos, de los que Galgano se había hecho amigo, se comieron el hombre dejando sólo los huesos roídos de los brazos. Todavía en exhibición.

Tras la muerte de Galgano se decide su canonización en el año 1185 y se construye un santuario sobre la espada. Se trata de un edificio circular inusual, con rayas horizontales en ladrillo rojo y piedra blanca, con dos capillas laterales, una para la cabeza de Galgano (ahora en una iglesia en Chiusdino), a la que le siguió creciendo rizos rubios después de su muerte, y la otra para los huesos del brazo que dejaron los lobos. Ambrogio Lorenzetti más tarde pintó frescos en las capillas, pero en su mayoría ya se han perdido. Tambien se construyo un hostal de tres pisos al lado del santuario para recibir a los peregrinos.

La marea de peregrinos aumentó considerablemente después de la muerte Galgano, y los cistercienses construyeron un gran albergue, un monasterio para albergar a los monjes, y una iglesia gótica, y finalmente una imponente abadía en en el valle del santuario. La abadía alcanzó rápidamente la primacía en el norte de Italia, y sus monjes alcanzaron altos cargos eclesiásticos y civiles en toda la Toscana.

Pero los buenos tiempos terminaron cuando la ausencia abades provoca que poderosas familias nobles italianas despojen los edificios. Uno de los últimos de ellos, Giovanni Andrea Vitelli, vende  la cubierta principal del santuario y la iglesia de la abadía en 1548. El santuario sobrevivio a esta depredación, pero el techo de la abadía de se derrumbó, y nunca más fue restaurado.

A principios de 1700 el Papa declarado la Abadía oficialmente cerrada y convertido el templo en una iglesia parroquial. La gran torre de la abadía, que llego a medir 36 metros de altura, se derrumbó en 1786, y en unos años el sitio se había convertido en una cantera, proporcionando piedra y columnas para los nuevos edificios de la región.

San Galgano Abbey se encuentra en el Val di Merse, a unos 30 km al suroeste de Siena, entre Siena y Massa Marittima (carretera 73, luego la carretera 441 de Siena). La Abadía es uno de los sitios más visitados de la Italia gótica. La abadía está abierto todo el tiempo. Las monjas mantienen lo que queda del santuario y aprecian una pequeña donación.

Como curiosidad podemos decirte que la espada está protegida por una resistente vitrina a prueba de vándalos. ¿La razón? No había día en que curiosos, turistas y amantes del mito artúrico, se acercaran para intentar extraer la famosa espada de San Galgano…