sábado, 30 de mayo de 2015

El Caminante de Bosaica

Todo comenzó el 5 de mayo de 1988, en el expreso de “Rías altas”, que iba desde la estación de Santiago de Compostela hasta Madrid, en un recorrido de más de 7 horas. El exhausto maquinista José Aira Martínez alcanzaba un panorama boscoso cerca de San Lázaro, al girar hacia el Puente de Paredes divisó a un hombre que caminaba sobre las vías del tren, Aira no cabía en explicaciones de cómo un individuo podía transitar sin mayor preocupación por aquel paraje, sus esfuerzos por avisar su aproximación en la dirección de aquel sujeto fueron en vano. El hombre no mostraba ningún signo de conmoción o cautela ante el convoy que se acercaba peligrosamente, por lo que, intempestivamente, la colisión se produjo.

Un caminante en las vias tren

El maquinista, inmediatamente después de lograr frenar el tren, descendió del mismo en un intento de proporcionar auxilio al extraño hombre que hacía unos minutos le daba la espalda al objeto de su muerte. Las terribles suposiciones de Aira fueron comprobadas al observar el cuerpo desfigurado entre los rieles. El cuerpo estaba dividido por la mitad, el torso y las piernas mostraban rastros de ropa, el violento golpe había dejado el cadáver con diversas deformaciones y amputaciones.

Con todo el valor que podían juntar Aira y su ayudante Carlos Castro arrastraron el cadáver fuera de las vías para después telefonear a la policía, la inspección de las autoridades determinó la siguiente conclusión: El fallecido era un varón de 1,65cm de altura aproximadamente, de raza blanca, complexión normal, cabello negro, corto y liso, ojos castaños.
 
Sin embargo a partir de este momento ciertos hallazgos significativos comenzarían una incógnita que duraría más de 20 años: a pesar de lo desfigurado del cadáver podía distinguirse que poseía características anatómicas fuera de lo común ya que sus orejas parecían estar muy separadas de la cabeza, sin circunvoluciones en los lóbulos y rotadas hacia adelante, la cabeza era exageradamente voluminosa, los dientes poseían ciertas formaciones puntiagudas y salientes. Además de esto, algunos metros atrás de donde se había provocado el terrible accidente se encontraron peculiares símbolos trazados con precisión sobre la tierra en forma de dobles círculos, éstos no pudieron ser interpretados por los especialistas en ese momento.
 
Formulando hipótesis de identidad
Inmediatamente después del hallazgo, la búsqueda de la identidad del hombre se comenzó a agudizar puesto que debía darse aviso a la familia, lo que convirtió esto en una labor ardua debido a que el individuo no traía consigo algún documento o identificación oficial que develara el misterio, así mismo y según los informes policiales, se determinó que el joven no podía ser algún vagabundo ya que llevaba consigo una gran suma de dinero, además llevaba ropajes en buen estado al igual que su higiene. Posteriormente llegó a pensarse que podría ser una persona con ideas suicidas, por lo que se determinó que se enviaran las huellas dactilares del joven a toda la región gallega, pero esto tampoco arrojó ningún resultado positivo. Oficialmente, el finado no existía.

Las autoridades, en un desesperado intento por identificar al desafortunado chico, decidieron exponer fotografías del cuerpo desfigurado en los medios de comunicación lo cual sorprendentemente resultó ser en vano, nadie lograba identificarlo. Se pensó que tal vez el hombre padecía algún síndrome debido a que sus características reflejaban primitivismo y bajo la premisa de que existía un pabellón de enfermos mentales cerca de la zona, pero esto pronto se desmintió. La expectación del caso aumentó gracias a las peculiaridades del suceso, se relacionó al joven con rituales satánicos e incluso con seres de otros mundos.

Los años pasaron y el joven tuvo que ser arrojado en una fosa común.



¿El fin del misterio?

¿Por qué nadie lograba identificar al caminante de Bosaica? ¿Qué significaban aquellos símbolos que se encontraron cerca de su cadáver? ¿Cómo podían explicar las extrañas formas anatómicas del individuo? La gente especulaba más y más conforme el tiempo pasaba dejando este misterio casi en manos de lo sobrenatural. No fue hasta el año 2008 que el ADN otorgó al fin un nombre: Óscar Ortega Vasalo, un joven de 22 años que un día dejó una nota a su madre informándole que iba a salir de viaje, un viaje del cual nunca regresaría.

La familia de Vasalo al fin pudo dar sepultura a los restos de su hijo desaparecido hacía ya 20 años.

A pesar de ello, algunas interrogantes siguen sin tener respuesta, ¿Qué eran aquellos símbolos? ¿Por qué el cuerpo de Óscar presentaba tales deformaciones, las cuales en vida no poseía? Y sobre todo… siendo residente de este lugar y que conoce el terreno ¿Cómo podía estar caminando a través de las vías del tren sin precisar que en cualquier momento podría correr peligro? Sin duda un buen motivo de reflexión.

jueves, 28 de mayo de 2015

Pluckleym es un pequeño pueblecito de Kent, en Inglaterra. En su bosque se inscribe uno de los misterios más famosos del Reino Unido, de ahí que este rinconcito tranquilo y casi idílico se alce como uno de los escenarios más misteriosos y originales de Europa. Cabe decir además que para los historiadores, Pluckleym, es también el lugar donde se encontró el primer manuscrito de William Shakespeare, una especie de borrador de los actos iniciales de Enrique IV.

Pluckleym
No obstante, la mayoría de turistas que recibe Pluckleym, busca en especial una sola cosa: adentrarse en el inquietante bosque de los gritos… “Screaming wood”

Cuando uno llega a la entrada de Pluckleym, lo primero que verá es la Iglesia de San Nicolás. Una vieja construcción donde se salpican aquí y allá, pequeñas lápidas moteadas de musgo y sobre todo, de tiempo. De siglos y siglos de antigüedad. Es un pueblo con mucha historia, y la mayoría con una esencia claramente dramática, y de la que se tiene bastante documentación, de ahí, que se conozcan prácticamente todos los fantasmas que, según dice la leyenda urbana, rondan el bosque de Pluckleym.

Plano de apariciones del bosque
El espíritu más conocido es el del bandolero del S.XVIII, Robert Du Bois. Se dice que después de varias horas de persecución acabó escondiéndose en el hueco de un árbol, ahí donde fue finalmente hallado por las autoridades y atravesado con el filo de una espada. Una muerte lenta y dolorosa… De hecho, aún se mantiene en pie ese árbol donde fue dejado su cadáver, y en cuyo hueco, proceden alguno de los gritos que se escuchan en el bosque.

Otro de los fenómenos sobrenaturales más aterradores es el de la gitana del puente de Pinnock. No se sabe muy bien quién le provocó la muerte, pero la anciana, murió envuelta en llamas, alzando sus gritos de dolor y desesperanción en la inmensidad del bosque de Pluckleym. Es frecuente encontrarla andando en silencio, envuelta en un chal y fumando en una pipa. Inquietante, no hay duda.

Y las historias dramáticas no terminan aquí. Tenemos también al granjero Edward Brett, que se disparó con su propia arma en la cabeza en el siglo XVIII, también es frecuente ver a un viejo molinero, cuya oscura sombra suele vagar por una zona más alejada del bosque de Pluckleym, tras morir quemado en 1939 en el interior de su propio molino.


Una tragedia tras otra que los años, han traído a este lugar donde el dolor contenido, la tristeza y el horror, satura cada brizna de este bosque misterioso como un velo de extrañeza que envuelve a todo aquel que se adentra en él, ahí donde es frecuente sobre todo, escuchar lamentos, gritos, sollozos inconsolables.

Una de las historias más singulares es la de la
llamada “dama blanca”, una joven perteneciente a la familia Dering, que suele aparecerse en las cercanías de la Iglesia de San Nicolás. Nadie pudo averiguar por qué razón esta muchacha fue enterrada en una cripta y dentro de 7 ataúdes, como una especie de “matrioska” o muñeca rusa a la que se deseaba mantener muy protegida, o por lo contrario, proteger al mundo de los vivos de ella.

Puede que pienses que todas estas historias son cosas del pasado, leyendas urbanas entretejidas por la superstición y el misterio. Bien, cabe señalar que contamos también con una historia relativamente reciente, y es la sucedida con un maestro. No quedan claras las razones que llevaron a cometer tal salvajismo a un grupo de jóvenes estudiantes, pero fue una mañana de invierno cuando se encontró el cuerpo de este hombre colgando de un árbol cerca de la carretera de Dicky Buss’s Lane. Sus propios alumnos lo habían ahorcado y abandonado después en este bosque de leyendas y dolor.

Una historia más que trae la brisa embrujada del bosque de Pluckleym, una brisa cargada de recuerdos tristes y gritos que todo turista ansía experimentar en persona. ¿Te adentrarías tú a este lugar maldito?

martes, 12 de mayo de 2015

la “Esfera de Betz”

Lo llamaron la “Esfera de Betz” porque fue la familia Betz, de Jacksonville, Florida, quienes encontraron este extraño artefacto en 1974. No obstante, cabe decir que este extraño objeto recibe otros muchos nombres, siendo uno de ellos “el dispositivo del juicio final.

¿La razón? Se llegó a pensar que era una especie de bomba nuclear alienígena, un peligroso dispositivo que, durante bastante tiempo, trajo de cabeza a la Marina, a los científicos, a la prensa, y a la familia Betz, quienes a pesar del riesgo y el misterio, no quisieron deshacerse de su “esfera” en ningún momento.
 
La misteriosa esfera del bosque

Fue un 26 de mayo, una calurosa mañana cuando Terry, salió a pasear por el bosque de Fort George Island, al este de Jacksonville, en Florida. Quería ver el estado de aquellas tierras después de que el fuego hubiera sido sofocado días antes, así que se adentró por la humeante espesura abriéndose paso entre la ceniza y los árboles carbonizados. Y fue entonces cuando le llamó la atención algo reluciente que había en el suelo. Era una esfera.

Se trataba de una bola de metal completamente esférica y con una sola marca: un triángulo. Terry Mathew Betz tenía 21 años y era estudiante de medicina, y lo primero que pensó al verla era que se trataría de algún tipo de material militar, incluso -¿por qué no?- de parte de algún satélite que habría caído del cielo. ¿Y qué hizo entonces nuestro protagonista? Lo que cualquiera de nosotros. Coger el orbe y llevarlo a casa. Era algo curioso que también gustó al resto de la familia, aunque no tanto al perro de la casa…

La esfera, lejos de ser un elemento decorativo más en la casa, se volvió de pronto en algo que empezó a “alterar” la armonía familiar. Cuando Terry tocaba la guitarra, aquella esfera vibraba emitiendo un molesto zumbido. El perro, por su parte, empezó a cambiar su comportamiento, se sentía alterado, inquieto… Como si aquel orbe lanzara un sonido de baja frecuencia que solo el animal podía percibir. Aunque lo verdaderamente inquietante vino cuando los padres de Terry se dieron cuenta de que el orbe, de algo más de 20 centímetros de diámetro, se movía solo y cambiaba de lugar por las noches.

Se asustaron. Era el momento de llamar a la NASA.

Las investigaciones

Los Betz eran muy conscientes de que el contexto político de aquel momento, invitaba más bien a la prudencia y la cautela en cuanto a aquel tipo de artefactos que “supuestamente” caían del cielo. La Guerra Fría estaba haciendo que la carrera armamentística avanzara cada día más, así que no dudaron en acercarse a la base de la Estación Aérea Naval de Jacksonville, para que éstos, seguidamente contactaran con la NASA para averiguar qué era aquel artefacto. Y éstas fueron las conclusiones a las que llegaron en un primer análisis mediante rayos X:

La esfera estaba cubierta por una placa metálica de tres centímetros de espesor que soportaba, a su vez, una enorme presión interior.

En el interior del orbe había dos objetos redondos, y éstos, a su vez, estaban envueltos por un material de gran densidad, algo que no podían determinar. No obstante, en esta primera valoración, concluyeron que no era ninguna bomba y que era algo claramente terrestre.



¿Fue esta la conclusión final a la que se llegó con la esfera de Betz? En absoluto, debido a la expectación de la prensa y otros medios, un tal Dr. James Albert Harder, profesor de la Universidad de California, pidió a la familia Betz que le entregaran durante unos días el famoso orbe. Después de un análisis completo junto otros colegas, afirmaron algo realmente inquietante. Las dos esferas internas, estaban hechas mediante elementos más pesados ​​que cualquier cosa conocida por la ciencia (de aquella época, recordemos que estábamos en 1974).  Por lo cual, se recomendó no perforarla, porque de hacerlo, podía explotar como una bomba atómica. Lo llamaron, el “objeto del juicio final”.

Hubo otro análisis más. Éste, realizado por el  Dr. Carl Willson, de la “Omega Minus One Institute”. Fue aquí donde se comprobó que, efectivamente, se movía sola, que emitía además ondas de radio de baja frecuencia, y que “tenía algún dispositivo” extraño en su interior. ¿A qué conclusión llegó pues el Dr. Willson? A una realmente asombrosa: aquel orbe debía ser una sonda extraterrestre o algún tipo de dispositivo antigravitacional.

Llegados a este punto te preguntarás si se llegó a alguna conclusión final. Desde luego. La esfera de los Betz, según la versión más “aceptada”, no era ninguna bomba ni ninguna sonda, ni mucho menos, era, simplemente,  el rodamiento de una válvula robada (y casualmente perdida) de una fábrica de papel. Con esta repentina explicación se dio por “aplacada” toda la expectación sobre el misterioso orbe. No obstante, pocos quedaron satisfechos, porque nadie había visto antes una válvula que contuviera en su interior aquel misterioso dispositivo…

Nunca se volvió a hablar de la esfera de los Betz, todo quedó en un vago y deshilachado recuerdo. Se sabe que la familia siguió conservando el orbe, que lo llevó a más centros para averiguar su procedencia real, pero no se volvieron a publicar más datos sobre él. El olvido los envolvió a todos. Una lástima.


viernes, 8 de mayo de 2015

El Karma

Seguro que has oído hablar en numerosas ocasiones del Karma.  Es más, es común escuchar aquello de “qué mal Karma tengo, seguro que en otras vidas hice cosas muy malas y las estoy pagando ahora”. Bien, empezaremos diciendo que esta palabra, idea o concepción vital, proviene de las doctrinas del budismo, el hinduismo y el yainismo.

Es, por así decirlo, una especie de “ley cósmica”  con causa y efecto. No obstante, hay algo que debo matizar, no hay mal karma o un castigo como tal que busque hacernos daño, no hay una entidad superior que nos sancione por nuestras acciones. Todo responde a un proceso de aprendizaje interior.


La palabra “karma” significa en realidad “acción” y somos pues nosotros mismos los únicos responsables mediante nuestras acciones, pensamientos y atribuciones, quienes tejemos nuestras propias consecuencias en esta vida y en las siguientes, puesto que dentro de esta corriente, se asume la idea de las reencarnaciones.

No pretendo en absoluto dar plena veracidad o criticar todo lo que el concepto del “karma” nos explica. No es mi intención, únicamente pretendo aportar información curiosa para hacer pensar y reflexionar.

El Karma y las reencarnaciones


Para el budismo, la vida es como un gran libro lleno de capítulos, un bellísmo volumen lleno de múltiples vidas mediante las cuales, nuestra alma va avanzando y avanzando para obtener conocimiento, para aprender e ir obteniendo sabiduría en cada reencarnación.

No obstante, este proceso no es nada fácil, puesto que las personas somos generalmente criaturas complejas llenas de apegos materiales, de egoísmos, de envidias… Comportamientos que nos aferran y que incluso, nos enferman. El karma es pues todo aquello que nosotros hacemos, no hay una entidad superior que marque nuestros pasos o que nos sancione por las cosas mal hechas. Somos almas libres que aspiramos a encontrar la sabiduría y la paz interior, pero para ello, hemos de cuidar muy bien “lo que hacemos”, “lo que pensamos” e incluso lo “que decimos”.


De ahí lo interesante de esta corriente, ahí donde nosotros mismos seríamos responsables de nuestros propios actos. Ahí donde incluso las palabras y los pensamientos tienen poder en nuestro día a día, porque las palabras también hacen daño, y porque los pensamientos, son también esos guías interiores capaces de hacernos encontrar fuerzas, optimismo y motivación.

Una vida de egoísmos, una existencia en que nos hayamos hecho daño a nosotros mismos o a otros, deja heridas y cuentas pendientes en nuestra alma, vacíos que tendremos que aprender a curar en la siguiente reencarnación.

Las 12 leyes del Karma

¿Leyes? En efecto, el Karma también tiene sus propios principios, una filosofía propia que merece la pena conocer. Te invitamos pues a que las leas o que simplemente las recuerdes si ya las conocías:

•1. LA GRAN LEY  o la ley de causa y efecto. Algo fácil de entender, lo que “siembras es lo que recogerás el día de mañana”… Tu karma es pues tu propio juez, tú mismo eres dueño de tu destino.
•2. LEY DE LA CREACIÓN: Eres parte de este universo, por tanto, formas parte de un todo en unión con la propia Naturaleza y los ciclos que en ella se hallan.
•3. LEY DE LA HUMILDAD: Acepta tus errores, actúa con modestia, con humildad. Tú no eres más que nadie.
•4. LEY DEL CRECIMIENTO: Nunca intentes cambiar a los demás, eres tú quien debe crecer interiormente, tú quien debes crear tus propios cambios para crecer y avanzar.
•5. LEY DE RESPONSABILIDAD: Asume la responsabilidad de tus actos en este presente, no te enfoques en los demás o en lo que te rodea. Acepta tus errores, hazte responsable.
•6. LEY DE LA CONEXIÓN: Todos y todo estamos interconectados. Cada cosa que hagas tendrá una consecuencia, cada uno de nosotros somos una pieza indispensable, donde pasado, presente y futuro, son la misma cosa.
•7. LEY DEL ENFOQUE: No se puede pensar en dos cosas al mismo tiempo. Céntrate en el presente, focaliza, observa con atención.
•8. LEY DEL DAR Y DE LA HOSPITALIDAD: Ofrece respeto a los demás, ábrete, regala, actúa con humildad, y a su vez, aprende también a recibir.
•9. LEY DEL AQUÍ Y AHORA: Deja a un lado los malos pensamientos, las malas energías o lo ocurrido en el pasado. Evita anclarte y piensa que tu oportunidad por avanzar y por ser feliz la tienes en este mismo instante “en el aquí y ahora”. Este es tu momento, el ahora.
•10. LEY DEL CAMBIO: Toda historia está condenada a repetirse una y otra vez hasta que al final, consigamos resolver nuestros vacíos, nuestros errores. Pero recuerda, tu oportunidad de cambio está en este presente, es tu “cerradura” propia para poder liberarte de todas esas cargas, dead esas heridas del pasado.
•11. LEY DE LA PACIENCIA Y LA RECOMPENSA: todas las recompensas requieren de su respectivo esfuerzo. Sé paciente, persiste, sé humilde pero esfuérzate en mejorar.
•12. LEY DE LA IMPORTANCIA E INSPIRACIÓN: Invierte en cada cosa el valor que de verdad merezca. El valor de de cada cosa es en realidad el resultado directo de nuestra energía y de la intención que hayamos aplicado en ella. E importante además, que no te focalices solo en las ganancias propias, en los egoísmos, porque entonces “no contribuyes al todo”. Y no puedes olvidar que tú también formas parte del todo, y por tanto, estarías haciéndote daño a ti mismo.

jueves, 7 de mayo de 2015

El castillo de Glamis

Estamos en la bella Escocia. Tierra de verdes montañas, oscuras leyendas y orgullo patrio,vamos a adentrarnos en Angus, una ciudad realmente interesante donde te encontrarás con el que se considera, uno de los castillos más “embrujados” del mundo.

El castillo de Glamis

Se dice que Shakespeare ubicó en el castillo de Glamis una de sus escenas más famosas para la obra de “Macbeth”. Se trata del asesinato del rey Duncan, aunque los especialistas en historia nos señalan que este dato no es del todo cierto, puesto que este suceso aconteció en el siglo XI, y el castillo de Glamis se levantó en el siglo XIV. No obstante, no es esto lo que vienen buscando todos los turistas y curiosos que se acercan hacia este incomparable escenario.


Actualmente, el castillo es propiedad de la familia Bowes-Lyon,  quienes lo recibieron como regalo por parte de Robert the Bruce en 1372, por los servicios ofrecidos a su trono. Fue aquí donde nació la princesa Margarita en 1930, y aquí donde María, reina de Escocia, encontró su refugio personal allá por el año 1562. Es un escenario de bellísimos jardines, un castillo más parecido a un “château” francés que a una fortaleza medieval, que ha fascinado desde siempre a generaciones enteras de nobles y monarcas.

No obstante, el pasado trágico, y las maldiciones hiladas a raíz de múltiples desastres familiares y traiciones, construyen la leyenda más oscura que desoyen los actuales herederos, y que fascina a todo turista que se acerca a Angus solo por ver, aunque sea de lejos, cómo el horizonte queda recortado majestuosamente por esta construcción increíble… y maldita.


El hombre deforme

Se dice, que el tercer conde de Stratmore tuvo varios hijos, pero lamentablemente uno de ellos, el mayor, nació mal, vino al mundo con una deformidad muy grave. Tanto fue así que pensaron que no iba a vivir demasiado, así que decidieron dejarlo abandonado en una habitación ofreciéndole los mínimos cuidados para que dejara pronto este mundo.

Pero el niño era fuerte, muy fuerte, y resistió. Nadie se atrevió a darle muerte, puesto que por ser el mayor tenía legítimo derecho a heredar el título y el castillo, así que lejos de hacerle daño, se le dio más bien “una muerte en vida”. Jamás salió de su habitación, y lo más increíble, lo que al menos afirma la leyenda, es que sobrevivió a varias generaciones de Stratmore.

Era una criatura feroz y muy deforme que atemorizó durante mucho tiempo a toda la linea sucesoria. Nadie sabe si murió o no, y de ahí, que a día de hoy, muchos sigan buscando esa supuesta habitación “oculta” donde habita este ser que suele escaparse de vez en cuando, de ahí las sombras deformes que se ven en ocasiones “arrastrándose” en las paredes.


La mujer sin lengua

Nadie conoce su historia, nadie sabe el por qué de su desesperación ni por qué carece de lengua. Se trata de una mujer joven que aparece únicamente por los alrededores del castillo y en una habitación en concreto. Tiene el rostro desfigurado y siempre abre la boca intentando balbucear alguna palabra…. Se intuye que sólo la propia familia y propietarios del Castillo de Glamis, conocen qué le ocurrió a esta desgraciada joven.


La dama gris

Tan bucólica denominación responde en realidad a una historia realmente trágica. Nos estamos refiriendo a a Lady Glamis o Janet Douglas, una mujer que fue quemada en 1537, por ser acusada de brujería. Se cuenta, que envenenó a su primer marido, el señor de Glamis, John Lyon, y que más tarde, se la acusó de haber intentado hacer lo mismo con el rey Jaime V de Escocia.

Todas estas acusaciones eran en realidad falsas pero, puesto que no se encontraron bastante evidencias para demostrar su inocencia, la buena dama fue quemada en una hoguera… A día de hoy, sigue haciendo acto de presencia en el castillo. Es el fantasma más bello, más desconsolado y triste de este escenario tejido por la historia y el drama.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Loraine Allison con su madre y hermano
A veces hay misterios que tienen más encanto cuando no están resueltos. Y el de la pasajera del Titanic Loraine Allison, aunque aún le quedan piezas por encajar, podría ser uno de ellos.

La historia bien merece una película. La pequeña Loraine Allison, que contaba sólo con dos años, y su madre viajaban como otros muchos en el Titanic cuando ocurrió el fatídico hundimiento. Lo curioso del caso es que fueron las únicas pasajeras de primera clase de las que no se encontró rastro. Desde entonces, a la pequeña se la conoce como la niña perdida del Titanic.

Pero casi 30 años después, una mujer llamada Helen Kramer aseguró que aquella niña no sólo había sobrevivido a la tragedia, sino que sabía quién era: ella misma. Dio detalles íntimos que parecían poder venir sólo de alguien conocedor de la familia... y dijo que su verdadero padre era Thomas Andrews —muerto en el hundimiento y diseñador del barco— y no el hombre que las acompañaba en el transatlantico.
Thomas Andrews

Aquel 1940, y durante los años posteriores, Helen Kramer estuvo cerca de tener un nuevo nombre, Loraine Allison. Pero no se podían hacer más comprobaciones, no existían las pruebas de ADN. Y lo que estaba en juego era una cuantiosa fortuna, según cuenta «The Telegraph».
 
De hecho, la familia superviviente soportó la presión Helen Kramer para ser reconocida, a la que se oponían fuertemente, hasta que en 1992 falleció sin haber logrado este reconocimiento. Parecía que todo había acabado, pero con motivo del centenario del hundimiento, su bisnieta Debrina Woods, retomó las demandas e inició una campaña para ser reconocida como heredera por la familia, abriendo incluso su propia página web, «El último misterio del Titanic».

Helen Kramer
Y ahí entró en juego un grupo de entusiastas del Titanic que pusieron en marcha «The Loraine Allison Identification Project». Querían desvelar el misterio de «la niña perdida» y los avances científicos lo permitían. Según sen publicao el año pasado, y tras contrastar el ADN de los Allison con el de Kramer y su bisnieta, los resultados demuestran que no hay coincidencias.

Ahora, Woods sigue manteniendo que todavía tiene pruebas de que la historia es cierta. En su página web, la bisnieta de Kramer niega que fuera detrás de la fortuna, tal como mantienen los Allison, aunque reconoce que quería escribir un libro. «No hay ninguna fortuna familiar, la mayor parte del dinero se había ido en el crash de 1929 y el resto fue mal gestionado por los dos hermanos restantes George y WP (William Percival) Allison».

Al final, el misterio de Loraine Allison ha derivado en una disputa entre familias, pero qué fue de Loraine Allison... sigue sin saberse.