jueves, 12 de diciembre de 2013

Tsutomu Miyazaki (1962-2008) fue uno de los asesinos seriales más infames en la historia de Japón; donde se le conoce también como el Otaku Asesino, el Asesino de niñitas y Drácula.
Sus crímenes, cometidos entre 1988 y 1989 consistieron en la mutilación y asesinato de cuatro niñas de entre cuatro y siete años; así como actos de necrofilia y canibalismo en los cadáveres. Los crímenes fueron nombrados como "Los Secuestros y Asesinatos Seriales de niñas pequeñas en Tokio/Saitama", donde sacudieron a la prefectura de Saitama, la cual poseía un historial casi inexistente de crímenes cometidos contra pequeños.

Lo que hace impresionante a este asesino no es que fue uno de los primeros asesinos seriales en Saitama, si no la crueldad y depravación con la que ejecutó sus crímenes; así como actos que incluían necrofilia con los pequeños cuerpos y el consumo de la sangre de una de sus víctimas.
Durante el día, Miyazaki era un empleado común y corriente; mientras que en su tiempo libre seleccionaba niñas al azar para asesinarlas y enviaba cartas a las familias de las víctimas; relatando de forma gráfica lo que le hacía a sus víctimas.

Trasfondo

Su nacimiento prematuro le dejó con una deformidad en ambas manos, las cuales tenía fundidas con las muñecas, haciéndole necesario mover todo un antebrazo para poder rotar una mano. Debido a su deformidad, se aisló estando en escuela elemental, y posteriormente comenzó a leer manga casi obsesivamente.

Aunque originalmente era un estudiante destacado, en la escuela superior, sus notas comenzaron a decaer dramáticamente. En vez de estudiar inglés y convertirse en un maestro como lo tenía planeado originalmente, asistió a un colegio local donde estudió para convertirse en técnico de fotografía.

Su vida como asesino en serie

Entre 1988 y 1989, Miyazaki mutiló y asesinó cuatro niñas de edades entre cuatro y siete años; posteriormente mantuvo relaciones sexuales con los cuerpos y comió porciones de su tercera y cuarta víctima. Los crímenes, que antes de su arresto le hicieron obtener el seudónimo de El Asesino de Ninfetas, impactaron a la comunidad de la prefectura de Saitama, la cual durante mucho tiempo no presentaba casi ningún caso de crímenes cometidos contra niños en su expediente.

Durante el día, Miyazaki era una persona callada y un empleado obediente, seleccionaba niñas al azar para asesinar para luego aterrorizar a las familias de las víctimas, enviándoles cartas donde detallaba de forma gráfica todo lo que había hecho con sus niñas. A la familia de la víctima Erika Namba, Miyazaki envió una mórbida postal formada por palabras cortadas de revistas, diciendo: "Erika. Frío. Tos. Garganta. Descansar. Muerte."

Miyazaki permitió que el cuerpo de su primera víctima, Mari Konno, se descompusiera en las colinas cerca de su casa, luego cortó las manos y los pies y los mantuvo en su armario. Estos fueron recuperados tras su arresto. Miyazaki socarró los huesos restantes en su horno, los hizo polvo, y los envió a su familia en una caja, junto con varios de sus dientes, fotos de sus ropas y una postal que leía: “Mari. Incinerada. Huesos. Investigar. Prueba.”

Arresto

En 1989, Miyazaki fue atacado por el padre de una niña en un parque cerca de su casa cuando éste intentaba insertarle un lente de aumento en la vagina. Miyazaki huyó a pie, pero retornó al parque para recuperar su coche, donde fue arrestado rápidamente.

Dokaben
Una búsqueda policial en las dos habitaciones de su bungalow dieron con 5763 cintas de vídeo, algunas con anime pornográfico y otras con películas slasher. Entremezclado en el contenido encontraron vídeos y fotografías de sus víctimas. Contrario a varios informes de los medios, la mayoría de las cintas contenían programas regulares de anime, como Dokaben. La pieza central de su colección eran las películas de Guinea Pig; Miyazaki aparentemente utilizó la segunda película de la serie, la llamada "Flowers of Flesh and Blood" como guía para sus asesinatos.

Guinea Pig
Los crímenes de Miyazaki provocaron pánico social contra el manga, anime y todo lo que pudiera estar relacionado con lo otaku en Japón. Miyazaki, quien conservó una calma perpetua, parecía indiferente a su captura. En 1989 fue convicto por lo que se dio a conocer como "Los Asesinatos Otaku".

Después del encarcelamiento de su hijo, el padre de Miyazaki, quien se rehusó a pagar la defensa legal, se suicidó arrojándose al torrente de un río en 1994. Tiempo después, el propio Miyazaki envió una carta a un periódico local donde decía que con el suicidio de su padre se sentía "como nuevo".

Encarcelamiento y juicio

El juicio contra Miyazaki comenzó el 30 de marzo de 1990; y Miyazaki echó la culpa de sus atrocidades a "Rat Man", un alterego que supuestamente lo incitaba a matar; e inclusive pasó gran parte del juicio dibujando a "Rat Man" como una carictura.

Durante los años 1990, Miyazaki permaneció encarcelado mientras que la Prefactura de Saitama encargó su evaluación a una batería de psiquiatras, llegando a la conclusión en 1997 por un equipo de psiquiatras de la Universidad de Tokio de que Miyazaki sufría un desorden de personalidad múltiple y una esquizofrenia extrema, aunque se mantenía enterado de la gravedad y consecuencia de sus crímenes, y por tanto responsable por ellos.

Miyazaki fue sentenciado a pena de muerte en la horca poco después de su captura, transcurriendo más de quince años antes de la aplicación de la pena. El 17 de enero del 2006, la Suprema Corte de Justicia mantuvo la sentencia original.

El 17 de junio de 2008, Miyazaki fue ejecutado. Se dice que su ejecución fue en respuesta a la masacre de Akihabara.